En El Comercio

Gracias a Rolando Carrillo
El teniente Francisco Garay es hincha de Barcelona, pero aporta dinero a El Nacional. El militar ingresó a la Fuerza Naval en 1983 y, desde que se graduó, destina un porcentaje de su sueldo al club.

En noviembre de 2007, las contribuciones de los militares para el equipo dejaron de ser obligatorias, pero Garay siguió aportando. Hoy, por su condición de teniente, destina cerca de USD 2 mensuales que ayudan a sostener el presupuesto del plantel.

El uniformado es solo uno de los 30 515 integrantes de las Fuerzas Armadas que continúan como socios. Esta cifra consta en el informe económico que se presentó en la última Asamblea General Extraordinaria de Socios, el 17 de septiembre.

La cifra de aportes es alta. Pero también existe un número de desafiliaciones considerable. Desde noviembre de 2007 hasta el 31 de marzo de este año,
10 000 uniformados dejaron de contribuir al equipo quiteño.

La salida de los aportes de los uniformados significó una disminución de los ingresos para el presupuesto, reconoce Luis Lanas, tercer vicepresidente del Directorio.

El presupuesto de este año del club es de USD 3 600 000. De eso, el 16% equivale al aporte de los socios (entre civiles y militares).

Por eso, la directiva tomó una medida. El club estableció solo los tres primeros meses del año como límite para aprobar una desafiliación. “Así, ellos (la actual directiva) se aseguraron retener por un tiempo más a los militares que no quieren seguir aportando”, dice Ramiro Oviedo, socio civil, desde hace dos años.

Oviedo criticó a los directivos en la Asamblea del 17 de septiembre. Ahí, se evidenció la división de los civiles y militares. El fraccionamiento se ahondó el domingo, tras la imposibilidad del equipo de pelear por el título.

El club, dirigido por Julio Asad, se quedó sin opciones de acceder a la fase final. Fue la primera vez, desde 1998, que el plantel se quedó fuera de las instancias finales.

La actual división, la salida de socios militares y la gestión de los actuales directivos son identificados como problemas en el actual momento del equipo, según los socios civiles. Francisco Negrete, que lidera el grupo denominado al Rescate Criollo, estima que hace falta apertura para los socios civiles.

El Nacional, desde su fundación en 1964, ha sido dirigido solo por representantes de las Fuerzas Armadas. Por eso, la Fuerza Terrestre, la Fuerza Aérea y la Fuerza Naval alternan en el mando. El período del actual presidente Rodrigo Bohórquez culmina este año. Las nuevas elecciones serán el 15 de noviembre.

El siguiente período será asumido por un representante de la Fuerza Naval, según los estatutos vigentes. En la última Asamblea se discutió por 14 horas la posibilidad de que los civiles formen un colegio electoral para llegar a la presidencia. Sin embargo, los diálogos fracasaron por un artículo que mantenía solo la alternabilidad en la presidencia de los tres estamentos de las FF.AA.

Lanas y Bohórquez defienden la permanencia de los militares en el poder. “En algún momento los civiles llegarán, pero deben hacer carrera ”, dice Lanas. El club exportó a ocho futbolistasen los últimos cuatro años. Su último título fue en 2007.